Así, con mayúsculas y todo. Porque este blog es cosa de dos. Principalmente. Y claro, vosotros mucho chachiwachi con Manzanita por aquí, y Manzanita por allá. Pero, ¿qué ha sido de la famosa Naranjita? ¿Por qué es tan nombrada y no se pronuncia? Pues ea. Aquí está, con todos ustedes: Naranjita (“Naran” for friends).! Pa ‘ servirles, ¿eh? Porque yo, servicial, ¡la que más! Aunque luego me cague en vuestra puta sarna (sin acritú’ ninguna) pero servicial ante todo.
Y claro, yo ahora me podría poner a contar cosas sobre mí, y sobre lo fantástica y maravillosa que soy y lo que os quiero a todos, mis pequeños súbditos, y tal (y sobre lo humilde que soy. Porque humilde, soy un rato, como ya veis). Pero aquí mi prima, la Manza, que es una Manza, me ha puesto en la tesitura de dedicarle este post. Y es que, si no se lo dedicara, ¿qué clase de prima sería? ¿Una prima de riesgo? Ah, no, señores. ¡Que yo soy mu’ tranquilita! ¡Y reina! Eso sobre todo. Así que nada, le voy a dedicar este post, con todo el cariño del mundo.
Achatía. Qué te voy a decir a ti, que no te haya dicho en todos estos años…
- Que estoy a punto de acentuar “ti”, na’ más que pa’ que vean que no eres una “ti” cualquiera. Que eres la más “ti” que existe en esta vida, y por eso te mereces un “tí”, con tilde y todo.
-Que me llevas 9 meses y te quiero tanto, tantísimo, taquísimo, que llevo toda la vida haciendo las cosas a la misma vez que tú, pero con 9 meses de retraso. Porque en el fondo somos gemelas (todo el mundo lo sabe cuando nos vieron con la misma camiseta de Princesa-Disney), aunque separadas tras 9 meses. Y por eso te voy siguiendo los pasitos.
- Que, a pesar de que te comas mis Smacks, soy capaz de ir hasta la cocina (con lo perra que soy yo, ojo, atentísimos al gran sacrificio que supone) y coger otro cuenco, na’ más que para comer las dos a gusto.
- Que siempre he querido parecerme un poquito más a ti, y tener ese desparpajo y esa alegría, que yo sé que a veces los escondes, pero que en el fondo, muy al fondo de tu corazoncito sigue ahí, porque eres tú.
- Que, a pesar de que seas de la parte borde de la familia, y yo sea de la parte chonchi/glucosa, te llevo “tó’ dentro, com” o, mejor dicho, “pa’ lo hondo”, y no me molestan tus borderías porque sé que en el fondo (aunque a veces sea muy al fondo), me lo dices con cariño.
- Que, y terminando ya, aunque a veces nos echemos la bronca mutuamente y esas cosas que hacen las hermanas, eres la “másmejó” del mundo mundial. Y por eso siempre quiero verte feliz, así, como tú eres, aunque a veces se te olvide que eres así.
Pues eso. Espero que te haya gustado esta pequeña dedicatoria y, como me dijiste en cierta carta: “bueno, allá tú”.
Con el cariño más jugoso que puedas imaginar.
Naranji
PD. En un futuro no muy lejano, seremos felices y beberemos zumo. Ya verás.
